"The decision to relax rather than to grip even in the face of impatience or fear is a conscious and brave choice" B.K.S. Iyengar

lunes, 3 de diciembre de 2012

Los Ochos Pasos del Yoga: Yamas y Niyamas

 
 
(Del libro "Luz sobre el yoga") de BKS IYENGAR
Los ocho miembros del yoga aparecen descritos en el capítulo II ó Sadhana Pada de los Yogasutras de Patañjali. Son:
1- YAMA (mandamientos morales universales)
· Ahimsa: no violencia
· Satya: verdad
· Asteya: no apropiarse de lo ajeno (robar)
· Brahmacharya: continencia
· Aparigarha: no codiciar
 
2- NIYAMA (autopurificación por la disciplina individual)
· Saucha: limpieza
· Santosa: contento
· Tapas: austeridad
· Svadyaya: estudio del sí-mismo
· Ishvara pranidhana: abandono de todas las acciones a Dios
 
 
3- ASANA (posturas)
 
 
4- PRANAYAMA (respiración)
 
 
5- PRATHYAHARA (poner la mente y los sentidos bajo control)
 
 
6- DHARANA ( concentración en un solo punto o total atención en lo que se está haciendo mientras la mente permanece inmóvil e imperturbable)
 
 
7- DHYANA (cuando la inteligencia está inmóvil y se relajan las tensiones, podemos experimentar dhyana)
 
 
8- SAMADHI (estado de superconciencia producido por la meditación en que se da la unidad con el espíritu universal)
 
 
1- YAMA:
  • Constituyen reglas morales para la sociedad y para el individuo. Su no cumplimiento se debe a emociones como la codicia, el deseo y el apego que pueden ser leves medianas o excesivas y solo traen dolor e ignorancia.
 
 
1- AHIMSA: NO VIOLENCIA, NO MATAR
En su sentido más amplio significa AMOR, que abarca toda la creación. El hombre mata para alimentarse o protegerse de algún peligro. La violencia es un estado de una mente miedosa, débil, agitada o ignorante; por ello el hombre ha de confiar en que Dios le protege para no temer ningún mal y aprender a basar su fe en la realidad y la investigación.
El yogui/ yoguini cree que ha nacido para ayudar a los demás. Sabe que su vida se halla ligada a la de los otros, antepone la felicidad ajena a la propia y se convierte en fuente de alegría para todo aquel con el que convive. Incluso si se trata de un malhechor, le ayudará a combatir su mal.
Acompañan a ahimsa:
· Abhaya (ausencia de temor): purificado mediante el estudio del sí-mismo, el yogui no teme a nadie.
· y akroda (ausencia de ira): la ira puede llevar a la degradación de la mente o al crecimiento espiritual. El yogui se enoja consigo mismo si su mente se hunde o si sus conocimientos y sus experiencias no evitan un desatino. En cambio ha de ser considerado con los defectos ajenos mientras que firme con los propios.
 
 
2- SATYA: VERDAD
Presupone una perfecta veracidad de pensamiento, palabra y obra. La realidad es en esencia amor y verdad y se expresa a través de estos dos aspectos.
Cuatro son las formas de pecado mediante la palabra:
- la injuria y la obscenidad
- la falsedad en transacciones
- la calumnia o el chismorreo
- ridiculizar lo que otros consideran sagrado para ellos
El control de la palabra arranca de raíz toda malicia y proporciona auto-control.
Quien está establecido en la verdad obtiene el friuto de sus acciones sin aparentemente hacer nada. Dios, fuente de toda verdad provee sus necesidades y cuida de su bienestar.
 
 
3- ASTEYA: NO APROPIARSE DE LO AJENO (ROBAR)
Incluye también no usar algo para un propósito diferente al pretendido o por más tiempo del permitido por su propietario. El yogui reduce sus necesidades físicas al mínimo. Mientras que a otros les apetece la riqueza, el poder, la fama o el goce, al yogui solo le apetece adorar a Dios ya que las apetencias enturbian la serenidad.
 
 
4- BRAHMACHARYA: VIDA DE CELIBATO, CONTINENCIA, ESTUDIO RELIGIOSO
Es un brahmachari aquel que en todo ve la divinidad y que se dedica al estudio de los Vedas, absorto en Brahman. Patañjali hace hincapié en la continencia de cuerpo, palabra y pensamiento, aunque brahmacharya poco tiene que ver con ser soltero o casado. Todos los smrtis (códigos de ley) recomiendan el matrimonio. No es posible conocer el amor divino sin experimentar la felicidad y el amor humano.
Brahmacharya desarrolla un caudal de vitalidad y energía, una mente valerosa y un poderoso intelecto que le permiten hacer frente a toda injusticia.. el brahmachari utilizará sabiamente todas las fuerzas que genera: empleará las físicas en el servicio del Señor, las mentales para la propagación de la cultura y las intelectuales en el fomento de la vida espiritual.
 
 
5- APARIGRAHA: NO CODICIAR, NO ACAPARAR
No se debe de acaparar las cosas que no nos son útiles. Es pobre de espíritu quien obtiene sus bienes sin trabajar o por medio de favores de los demás. El acaparamiento indica falta de fe en Dios y en sí mismo para su abastecimiento. Asimismo, el yogui entrena su mente para que no sienta la pérdida o la falta de algo y se siente satisfecho/a con lo que le sucede, entonces, todo aquello que necesita le viene dado en el momento oportuno.
 
 
2- NIYAMA:
  • Normas de conducta que se refieren a la disciplina individual
 
 
1- SAUCHA: LIMPIEZA, PURIFICACIÓN
El baño limpia externamente. Asana y pranayama limpian internamente nuestro cuerpo y mente.
- asana: tonifica el cuerpo y expulsa las toxinas
- pranayama: limpia y airea los pulmones, oxigena la sangre, purifica los nervios
La mente también se ha de purificar mediante bhakti de emociones como el odio, la rabia, la pasión, la lujuria, la avaricia, el engaño y el orgullo.
El intelecto (buddhi) se purifica mediante svadyaya.. Esta depuración interior proporciona fulgor y gozo; nos trae benevolencia al tiempo que aleja el dolor mental, el abatimiento, la pena y la desesperación. Cuando la mente está lúcida, resulta fácil volverla unidireccional (ekagra).
Los medios mediante los cuales nos procuramos el sustento han de ser puros. El alimento debe ser tomado con la sensación de que con cada bocado adquirimos fuerzas para servir a Dios. El alimento ha de tomarse con el fin de favorecer la salud, la fuerza, la energía y la vida y deberá ser sencillo, nutritivo, jugoso y reconfortante. Con el transcurso del tiempo el/la practicante de yoga ha de adoptar una dieta vegetariana afín de obtener atención uni-direccional y evolución espiritual. El carácter se moldea según el tipo de alimentos que tomamos. El yogui que cree en la armonía come tan solo para atender a su sustento, ni mucho, ni poco.
Para las prácticas espirituales es también importante la limpieza del lugar en el que las realizamos.
 
 
2- SANTOSHA: CONTENTO O SATISFACCIÓN PLENA.
Una mente descontenta no puede concentrarse. El yogui, al no sentir falta de nada, se halla satisfecho de forma natural y esta satisfacción le proporciona una dicha sin par pues cumple con su deber.
3- TAPAS: RESPLANDECER, ARDER, BRILLAR, SUFRIR DOLOR O CONSUMIRSE POR EL FUEGO.
Indica un ardiente esfuerzo en todas las circunstancias con el objetivo de de lograr una meta determinada en la vida que unirse con la divinidad. Comporta autopurificación, disciplina y austeridad.
Mediante tapas el yogui desarrolla fortaleza de cuerpo, mente y carácter, y adquiere valor, sabiduría, integridad, rectitud y sencillez.
Tipos de tapas:
a- kayika: se refiere al cuerpo. Son: ahimsa y brahmacharya
b- vachika: se refiere a la palabra. Son: no ofender, cantar a Dios, decir la verdad y no hablar mal de los demás.
c- manasika: se refiere a la mente. Es el desarrollo de una actitud mental serena y equilibrada en medio de alegrías y pesares sin perder el auto-control.
 
 
4- SVADYAYA: ESTUDIO DEL SÍ-MISMO.
La educación consiste en la extracción de lo mejor que hay dentro de la persona.
Quien practica svadyaya empieza a comprender que toda la creación tiene por cometido bhakti (la adoración), y no bhoga (el goce), que toda creación es divina y que la divinidad reside en su interior y que la energía que lo mueve es la misma que mueve el universo entero.
Mediante svadyaya, el sadhaka comprende la naturaleza de su alma y alcanza la comunión con lo divino. Absorbe enseñanzas de otras culturas y las añade a la suya propia.
 
 
5- ISHVARA PRANIDHANA: Es la dedicación al señor de nuestras acciones y nuestra voluntad. Quien tiene fe en Dios no se desespera. La adicción a los placeres destruye tanto el poder como la gloria. De la satisfacción de los sentidos cuando éstos van en pos del placer surge moha (el apego) y lobha (la codicia) para su repetición. Si no se os complace se produce soka (la tristeza). Han de refrenarse pues mediante el conocimiento y el dominio del sí-mismo. Esto empieza en bhakti . el sadhaka ora: “Desconozco lo que es bueno para mi. Hágase tu voluntad”. En bhakti no hay lugar para el “yo” y “lo mío”. Cuando desaparecen los sentimientos del “yo” y “lo mío” es que el alma individual ha completado su crecimiento. Las acciones reflejan la personalidad de un hombre (o mujer) mejor que sus palabras.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Reencantar la Vida: Pelar papas


El vivir contemporáneo con su riqueza de información, accesos y oportunidades suele focalizarse tanto en el deber, en el lograr, en actuar rápido y eficazmente que va perdiendo calidad, disfrute, gozo, estableciendo una cotidianeidad fría, carente de magia y encanto.

Reencantar la vida diaria es un arte que no requiere de cosas extraordinarias, sino de una actitud de presencia y corazón abierto que nos devuelva el sentir, el apreciar, bendecir y agradecer cada instante. Hasta los actos más simples y aparentemente insignificantes pueden transformarse en instancias profundamente inspiradoras.

Pelar papas, por ejemplo, si nos lo regalamos como un espacio de tranquilidad, en que respirando tranquilos, nos conectamos con su forma, la tocamos, olemos, nos llega la fragancia de las papas de nuestra vida, las que vimos en manos de nuestras abuelas, madres, y nanas, las que compartimos en tardes de verano, o en cazuelas de lluvias invernales, las que adornaron fuentes de celebraciones familiares. La historia de nuestras vidas y afectos se despliega desde esta simple papa.

Además, hay tantos amaneceres en una papa, y soles de mediodía y noches estrelladas, hay tormentas y océanos que se convirtieron en nubes que recorrieron valles y cordilleras y luego en la lluvia bendita que las regó.

En esta papa hay atardeceres de mágica quietud, madurez de estaciones, otoño, vientos arremolinados, primavera, aromas de flores, invierno, lluvias y frío, verano, tardes de frutos y abejas.

Hay minerales que se gestaron en estrellas lejanas y formaron el cuerpo de nuestro planeta, de microorganismos, de plantas y animales, de otras existencias en la cadena interminable de la vida.

En esta papa están las manos laboriosas del ser humano que la sembró, sus sueños y esperanzas, y las de sus padres y los padres de sus padres.

Tantos eventos tuvieron que ocurrir para que se concertara, en este espacio, en este tiempo, esta simple papa entre mis manos. Uno de los tantos milagros cotidianos, de los imposibles en que vivimos, de las mil cosas que pudieran haber ocurrido para que este instante no existiera, sin embargo, en la orquestación de los eventos, aquí estoy con esta papa que porta la historia de todo el planeta, tengo aquí y ahora, el mundo entre mis manos y es mi opción transformar el acto de pelarla y cocinarla en un ritual sagrado y cósmico en que aporto lo mejor de mi en esta interminable cadena donde cada ser tiene la oportunidad de ir tiñendo, con su intención, con su entrega los actos cotidianos y transfigurar hasta las cosas más simples en vehículos de armonía, encuentro, amor y poder.

Patricia May - www.patriciamay.cl

jueves, 1 de noviembre de 2012

La Noche Oscura del Alma



En el proceso del despertar de la conciencia, como en todas las iniciaciones, pasamos por lo que algunos llaman, la noche oscura del alma, o lo que en mi caso llamaría, atravesar un desierto; como sea que lo llamemos, hemos dado un "salto al vacío". En este punto, sólo nos queda aferrarnos a nuestro centro, mantener el norte, aunque no sepamos cómo dirigirnos hacia él, y a pesar de nuestra angustia, dudas y miedos, sólo queda entregarse... morir a nuestros viejos esquemas, para así permitir el florecimiento de lo nuevo; al igual que en los procedimiento alquímicos para que se dé la trasmutación del metal, primero ha de pasar por la putrefacción. Pero, ¿cómo morir concientemente?, ¿cómo entregarnos?, ha de ser desde el corazón! Sin embargo como llegar hasta él!; se nos ha enseñado el camino de la mente, pero el del corazón?, entre mas "pensemos " más nos perdemos, quedando presos de nuestros miedos, a merced de la inercia, que intenta llevarnos a nuestro estado anterior "más cómodo, conocido y aparentemente seguro", entonces se desata una lucha interior, hay que dar el paso y no sabemos cómo, al final tras nadar en contra de la corriente estamos agotados; el morir-renacer desde el corazón, es por el contrario un proceso fácil, no implica lucha sólo entrega..., no es resistencia, es flexibilidad...

Hace falta mirarnos en nuestra justa dimensión, re-conocernos en nuestro dolor (que es fuego trasmutador ), sincerarnos con humildad y responsabilidad (que es amor), permitir el desintegrarnos, llorar lo que sea necesario y sobretodo, confiar, el fuego del dolor a la luz del amor es la alquimia de la conciencia...

Entonces con humildad "pido" , me "re-conozco", hago mi dolor "verbo"y así al pedir me alineo con el alma, o lo que es lo mismo, puedo emitir y recibir; al "re-conocerme"es decir mirarme con sinceridad y humildad dejando a un lado el ego, activo mi 6º centro que es visión interior; a la luz de la sinceridad que es verdad y que parte de la mirada de un corazón humilde, con responsabilidad que es el reconocimiento vivo del propio ser, entro en el caudal de la energía de amor sabiduría, la luz del alma, consiguiendo ascender al lenguaje del corazón que es amor; al hacerlo "verbo" implico concientemente la energía de la inteligencia activa de la humanidad, como el relato del génesis, para el proceso de creación (nacimiento) se necesita del verbo "...y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros...".Solo nos queda "confiar", es decir volver al corazón, la confianza es intuición verdadera que nace de un corazón sereno.

Por este medio descubriremos nuestra llama interna que ilumina "la noche oscura", que es agua viva para atravesar el desierto, entonces ya no caemos más al vacío, ahora podemos volar.

El acero se ha templado al fuego del dolor para aportar nuestra propia nota a la sinfonía de la vida.

 
María.
 

sábado, 6 de octubre de 2012

Caminar Digno

 
La aceptación de uno mismo es un aspecto central en la madurez humana. Se trata de uno de los trabajos psicológicos más arduos para la mayoría de las personas, aceptar el propio cuerpo, las características de base, las falencias, así como los dones. A pesar de que las personas conscientes suelen trabajar en torno a esto desde jóvenes, la integración y aceptación de base respecto de nuestras condicionantes suele ocurrir en la crisis de la mitad de la vida, alrededor de los 40 años. Cuando este proceso es bien resuelto, un sentimiento de paz, de caminar con dignidad, de relajación, de aceptación de nuestra historia, de comprensión y amor hacia nuestros padres, de ser libres de trabas, culpas y vergüenzas nos acompaña y desde ahí podemos seguir creando nuestra vida en una plenitud no antes conocida.
En cambio, cuando este proceso no se completa, la persona camina desde bases poco sólidas, desde el ocultamiento ante sí misma y los demás de su propia naturaleza, entonces surge la simulación, el constante disfrazarse y fingir para simular características falsas, como una falsa edad, apariencia física, falsa situación socioeconómica, falso conocimiento intelectual, cultura, falsa preocupación por los otros, falsa bondad, falsa perfección e impecabilidad. Todo esto se traduce en una disociación entre pensamiento, emoción y acción, no pensar ni sentir lo que se hace, lo que produce relaciones humanas tensas, egocéntricas, narcisistas y faltas de contacto real y de amor.
La maduración en relación a la propia identidad es también un proceso que deben realizar los grupos, familias, países y naciones para generar una nota clara, un aporte sólido, un ir creando relaciones y redes desde un sentimiento de dignidad y coherencia.
Esta es una de las tareas que nos aguardan como psiquis colectiva, descender, como en el mito de Quetzalcoatl a rescatar los huesos de nuestros antepasados, encontrar las virtudes y alturas de nuestras raíces para caminar dignos, con la frente en alto, claros de lo propio, de la particularidad de nuestra identidad y del aporte que desde ahí podemos hacer al mundo.
 
Patricia May - www.patriciamay.cl

martes, 7 de agosto de 2012

Aprender de los niños



Los adultos de nuestra cultura somos expertos en el arte de la ausencia, aparentamos estar aquí, sin embargo, estamos pensando en el ayer, o inquietos, proyectando el momento siguiente. Al desayunar, pensamos en el trabajo, al trabajar, añoramos el momento de descanso, en el momento de descanso nos estamos proyectando a la siguiente actividad y así hemos generado un modo de funcionar, acelerados por lo que vendrá, o atrapados en el recuerdo, con la mente y la emoción permanentemente en otra realidad de lo que está siendo la vida en ese momento.
Quizás nuestros cuerpos estén, por ejemplo, en un momento familiar, aparentemente compartiendo con los hijos, sin embargo , si no somos capaces de concentrarnos en él, de entregarnos olvidándonos del reloj, permitiendo que las cosas se den, sin apurarlas, sin buscar nada ni acelerarnos con lo que queremos hacer a continuación. Si estamos pensando en otra cosa, nunca habremos estado realmente allí.
Estamos donde está la mente, vivimos la película que ella nos está pasando, no como algo que se proyecta afuera de nosotros sino como algo realmente vivido que afectará nuestro estado emocional y corporal. Al imaginarnos, por ejemplo discutiendo con alguien, en lo que respecta a las reacciones físicas quizás se nos agite la respiración o se nos haga un nudo en el estómago y quedemos emocionalmente alterados. Aún cuando la discusión en lo concreto nunca se produzca, así, nos habremos zambullido gratuitamente en una vivencia que no queríamos tener. No importa si al hacerlo estábamos paseando en el parque, o caminando en la calle, o en una reunión de trabajo, en lo que respecta a nuestra realidad personal, no estuvimos realmente en el parque, ni caminamos por la calle, ni fuimos a la reunión. Quizás nuestros cuerpos como autómatas se movieron, hablaron, pero nosotros, en presencia total : física, emocional, mental estábamos ausentes.
Este es el mecanismo básico a través del cual nos restamos de la vida, negándonos a ella, a abrirnos al milagro de lo que está ocurriendo aquí y ahora y a navegar en ésta como si nada, sino que éste momento existiera. Llegar a esto no es fácil puesto que nuestra mente tiende a escaparse, evadir, acelerarse y ausentarse acarreando con ella a la emoción. Es preciso una práctica continua de centración, de vaciar la mente de pasados y futuros para estar allí viviendo el instante en totalidad. No se trata de un logro instantaneo, sino de una disciplina personal dirigida en este sentido, una práctica que requiere constancia y persistencia en el tiempo, a través de los años.
El fruto que obtendremos de ella es la presencia total en cada momento, vivir en plenitud, Ser de verdad.
Vivir como juegan los niños, donde todo lo que no sea el juego, simplemente desaparece, estan ahí, integramente ahí.
Un adulto que con toda la madurez que otorga el transitar por cada etapa, logra enfocarse así, se transforma en un sabio y se acerca a la ilumunación espiritual que puede ser entendida como un entregarse tanto al momento que en cada instante se entra en una vivencia de eterno presente, en un “bolsón de tiempo” donde éste no transcurre, aquí en este instante está la eternidad. Lo que quizás para los otros pudo contabilizarse en minutos u horas para el que los vivió en total inmersión, el tiempo paró, no existió y fuimos en ese instante, completos, atemporales, eternos.
Vivir en la ingenuidad del juego que nunca se sabe adonde llevará, pero que va a cada instante entregando sus respuestas, sus caminos.


Patricia May

Extraído de www.patriciamay.cl

lunes, 7 de mayo de 2012

Sonido, Mantras, Meditación - Taller

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Es un placer para mi ofrecerles esta experiencia junto con mi maestra de canto, Sandra Farina. Un encuentro con el sonido, las vibraciones y las resonancias que nos llevarán de la mano para meditar. No es necesario tener experiencia, ni saber cantar.  Te espero!!!!!

Namasté,

               Juan Manuel

domingo, 1 de abril de 2012

El Concepto de Divinidad


El concepto de divinidad es algo que ha separado y dividido a los seres humanos en la historia.Hay líneas de pensamiento que afirman que inventamos a Dios para aliviar el miedo y sostenernos frente al dolor e incertidumbre de la existencia.Y no cabe duda que la creencia en un Ser Superior cumple ese papel de apoyo y explicación frente a lo abismales que suelen ser los caminos de la vida. En tiempos como el nuestro en que la razón- materialista (que reduce la existencia y la causa de todo a la materia) gana terreno , en que ella constituye para muchos el modo sensato y civilizado de pensar , la idea de que Dios es una creación ficticia del ser humano es cada vez más aceptada , quizás como nunca en la historia.

Sin embargo también podríamos pensar que la idea de Divinidad ha estado siempre presente por la percepción intuitiva que las personas han tenido de una Totalidad , una Presencia , un Orden , una Armonía , una Fuerza que impulsa ,que está presente en todo lo que existe y , al mismo tiempo , trasciende a toda existencia.

Es probable que el concepto de una divinidad exterior que como un demiurgo , o un mago crea al universo y desde su espacio vela ,gobierna , rige , al ser humano ya no sea suficiente para el nivel de conciencia de muchas personas hoy.

Dios como un juez, o como una voz exterior que me ordena que hacer con mi vida , que me dice que es bueno y malo sirve aún a un porcentaje elevadísimo de personas que necesitan de barandas y límites externos para conducir sus vidas.Sin embargo, hay una minoría creciente a quienes esta idea de Dios se le hizo estrecha y encarceladora y desde allí se cierran a la posibilidad de una existencia divina.Quizás el problema no tenga que ver con el reconocimiento de este Uno y Todo que mueve inteligentemente al universo y a la vida , sino con la idea que tenemos de ello. Quizás lo primero que habría que decir al respecto es que la idea que tenemos de Dios no es Dios , es sólo un concepto , una creencia , una forma mental susceptible de ser ampliada , y de hecho éste ha ido mutando de acuerdo a la evolución mental de los tiempos. En tiempos muy antiguos la divinidad fue mentalizada , o sentida como las fuerzas vivas de la naturaleza que eran entendidas como divinidades , luego la idea de divinidad fue transferida a la diosa Madre , luego a los multiples dioses (como los griegos o romanos) , luego al Dios monoteísta , primero concebido como un juez severo y luego como un padre bueno , siempre hemos buscado un modo de dar definición a Eso que en filosofías más profundas es entendida como la Gran Armonía o la Gran inteligencia en movimiento.

Eso que está entramado y es inseparable de su manifestación , Eso que mueve a la evolución , Eso que nos impulsa a trascender nuestro estado actual.

Eso constituye nuestra esencia , pero está claro que estamos lejos de reconocerla o manifestarla. El ego humano , aquello que nos lleva a vivir defendiéndonos , atacando , prisioneros de una imagen , condicionados por nuestros miedos o rencores , limitados por nuestros conceptos nos impide despertar a esa conciencia que reconoce a lo Uno detrás de toda diversidad , sin embargo , ese es nuestro camino , ser concientes de la oscuridad que nos impide manifestar nuestra esencia divina e ir al encuentro de ese Ser trascendente o conciencia Suprema que mora en lo profundo de nosotros.

El movimiento es entonces hacia adentro , hacia contactar con nuestro Ser puro donde mora el sabio interior , donde nos hacemos cargo y responsables de nuestra propia vida , donde más que depender de una divinidad exterior , encontramos las respuestas en nuestro Ser trascendente.

Por Patricia May - www.patriciamay.cl