"The decision to relax rather than to grip even in the face of impatience or fear is a conscious and brave choice" B.K.S. Iyengar

martes, 16 de noviembre de 2010

La Casa de los Mil Espejos


Por Enrique Mariscal


Hace tiempo, en un lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día un cachorro, buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero en el portón de la residencia. Subió lentamente las viejas escaleras de madera hasta que se topó con una puerta semiabierta, y se adentró en el cuarto, cautelosamente. Con gran sorpresa, se dio cuenta que dentro de esa habitación había mil perritos más observándolo tan fijamente como él a ellos, y vio asombrado que todos los cachorros comenzaron a mover la cola, exactamente cuando él demostró su alegría. Luego ladró festivamente a uno de ellos y el conjunto de canes le respondió de manera orquestada, idéntica. Todos sonreían y latían como él. Cuando se retiró del cuarto se quedó pensando en lo agradable que había resultado conocer el lugar y se dijo: "Volveré más seguido por aquí". Pasado un tiempo, otro perro callejero ingresó al mismo ambiente. A diferencia del primer visitante al ver todos los congéneres del cuarto, se sintió amenazado, ya que lo miraban de manera agresiva, con desconfianza. Empezó a gruñir; y vio maravillado como los otros mil perritos hacían lo mismo con él. Comenzó a ladrarles y los otros también hicieron lo mismo ruidosamente. Cuando salió del cuarto pensó: "Que lugar tan horrible es este. Nunca regresaré."

Ninguno de los canes exploradores alcanzaron a reparar en el letrero instalado en el frente de la misteriosa mansión: "La Casa de los Mil Espejos". Los rostros que observamos del mundo son espejos. Tu mirada es todo lo que consigues obtener de la realidad. Cada percepción demuestra las posibilidades de proyección y de captación que nos permitimos. Las cosas mas bellas de la vida no se ven, se captan con el corazón. Si las puertas de la percepción estuviesen totalmente abiertas descubriríamos que navegamos en el infinito. Como están semi-cerradas, la vida, al igual que el eco, o el espejo, nos devuelve lo que hacemos. La visita por la casa terráquea es muy fugaz. Consigue un espejo, sonríele al personaje que aparece y no te enojes ni te asustes si te contesta con una divina carcajada.

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